El espigado o espigamiento, es el nombre que recibe el crecimiento vertical acelerado de los tallos de cannabis, que puede darse en cualquier etapa. Sucede cuando el espacio internodal se amplía más de lo normal, dando como resultado cogollos muy separados y pobres, acarreando problemas de gravedad. Esto da como resultado un aspecto de una planta larguirucha y débil, con ramas débiles que se doblan con facilidad, dificultando a la planta soportar el peso de los cogollos. Este fenómenos puede llegar a ser contraproducente para la planta, debido a que resulta en tallos extremadamente altos e inestables físicamente. Al mismo tiempo, puede significar una menor calidad y cantidad de la cosecha, impidiendo que pueda crear cogollos densos y pesados, terminando por partirse. Debido a esto, la energía que utilizaría normalmente para producir flores, la destinará a intentar hacer estos tallos más resistentes.
Importancia del crecimiento normal de la planta
El crecimiento es importante para que los cultivos salgan adelante y aumente la cantidad de las cosechas. Sin embargo es bastante importante que la estructura esté bien formada, pues es la que soportará el peso de las flores. El hecho de que las plantas se espiguen, resulta en un problema importante en su desarrollo, el cual debemos atacar a tiempo para evitar la pérdida de la cosecha.
Al cultivar en exterior, la acción del viento y la luz solar favorecen a un desarrollo más compacto de las plantas de cannabis. Esto se debe a que el viento causa una especie de micro-podas en toda la planta, lo que engrosa de forma natural los tallos, limitando la distancia internodal.
Causas del espigado de la planta
1. El Genotipo (Genética)
Uno de los factores más importantes e influyentes en el espigamiento es el genotipo de la planta, lo que puede determinar si es mayor o menor. Un ejemplo de esto son las variedades sativas, que presentan un crecimiento vertical bastante desarrollado, muchas veces superando los 2m de altura. Por su parte, las cepas índicas presentan un desarrollo menos pronunciado, pero con mayor frondosidad.
Al momento de comprar la semilla de una cepa en específico, deberás comprobar que la planta se adapta a tu espacio de cultivo, ya que cada una de ellas necesitará un cuidado y espacio determinado. Por lo que deberás tener en cuenta si tiende o no a espigarse, esto te ayudará a evitar perder cerca de 1/4 de la potencial cosecha.
Por último deberás tomar en cuenta de que si tienes diferentes cepas, deberás asegurarte de que todas tengan características similares en tamaño y períodos. Esto te ayudará a que todo tu cultivo resulte homogéneo y no necesites diferentes tipos de cuidados para ellas.
La calidad de iluminación
El segundo de los puntos clave al momento de detectar y combatir un espigado de las plantas de cannabis, es la iluminación. La falta de una fuente de luz de calidad durante todo su fotoperiodo, o la distancia de las luces respecto a la planta, las obliga a espigarse en busca de luz. Por lo que las plantas se espigan o “estiran” intentando alcanzar mejor la luz y continuar desarrollándose.
Normalmente, cuando se tienen muchas plantas, también es común que suceda un espigado general, representando una pérdida en el peso final. Esto sucede porque las mismas plantas intentan competir por alcanzar la fuente de luz para desarrollarse, resultando en un espigado general de las plantas. Lo correcto en este caso, es colocar la fuente de luz a una distancia intermedia, evitando alejarla o acercarla mucho respecto a las plantas.
También tiene bastante influencia el espectro de luz utilizado. Lo que significa que la iluminación con tonalidades rojas o naranja, simulan la luz otoñal, por lo que las plantas tienden a estirarse buscando reproducirse de forma más eficiente. Por su parte, los tonos blancos, azules y amarillos fríos, evitan en gran medida este estiramiento exagerado, previniendo este problema de estiramiento. Esto, junto a una potencia adecuada de las luminarias, resultará en una planta poco espigada y con buena densidad.
Temperatura
la temperatura también puede influir bastante en el espigado de una planta. Esto se debe a que si la temperatura que recibe la planta, supera los 27°C, los tallos desarrollaran en su totalidad su crecimiento vertical. Por lo que es muy importante colocar los focos a una distancia de 30cm a 50cm de la planta para evitar el espigado. Un ambiente con una temperatura inestable resultará en un crecimiento débil e inestable.
Desde otro punto de vista, la diferencia de la temperatura entre los períodos de luz y oscuridad (O de día y noche) influye muchísimo en el desarrollo del cultivo. Debido a que una diferencia muy grande entre los fotoperíodos resulta en la producción de giberelina, una sustancia que provoca el crecimiento de los tallos de la planta. Lo recomendable es que la diferencia de temperatura se mantenga muy cerca a los 5°C como máximo, y la temperatura diaria no supere los 25°C.
Ventilación adecuada
Algo que a simple vista parece un poco sin sentido, es la circulación del aire respecto a la planta. Esto es de gran utilidad debido a que reduce las temperaturas, ayuda al engorde del tallo y realiza micro-podas, evitando que la planta se espigue tanto.
El uso de ventiladores puede servir para aportar ventilación, forzando a la planta a dedicar la energía a engrosar las ramas en lugar de estirarlas. Creando una estructura más compacta para de esta forma, poder resistir la fuerza impartida por el aire.
Moldear y podar la planta
El uso de técnicas de cultivo para ajustar la altura o forma de la planta, son de gran utilidad al momento de evitar el espigamiento indeseado de la planta. Una de las opciones es realizar diferentes podas apicales, FIM, o Defoliaciones, lo que distribuye la energía de la planta a otras zonas de la misma. Sin embargo debemos recordar que si la planta no está completamente sana, o no se aplican de la mejor forma, estas técnicas pueden representar una reducción de la cosecha. Por su parte, siendo bien aplicadas, y uniéndolas a otras técnicas de cultivo, como el ScrOG, el SOG o el LST, pueden resultar en un potenciamiento de la producción.
Estrés
Cualquier variable que pueda generar estrés a tus plantas, como plagas, un transplante mal realizado, altas temperaturas, sustrato compacto, falta de nutrientes, entre otros, puede desencadenar reacciones en la planta de Cananbis. Un ejemplo de esto, puede ser un anormal crecimiento vertical, y un fuerte espigado del tallo y ramas secundarias de la planta. Con lo que resulta por darse una planta muy alta verticalmente, pero con poca densidad y materia vegetal.
Cómo solucionar el espigado de las plantas
Directamente no hay manera de solucionarlo porque es parte de su crecimiento. Sin embargo podemos tratarlo a través de ciertos métodos. En cannaland te dejaremos ciertos tips para que puedas combatir y evitar el espigado de tus plantas:
- Cuando se trata de una plántula, sería enterrar la planta hasta sus cotiledones, eso ayuda en gran medida a que tenga un crecimiento natural. Y al mismo tiempo prestar atención a la calidad y distancia de las luces.
- Como siempre te recordamos, es mejor prevenir que tratar, así que intenta que el fenotipo de la planta sea óptimo para su genotipo desde la germinación.
- Algo que puede ayudarte en gran medida es aplicar podas que sirven para reducir la altura, como por ejemplo la poda apical (Topping) o la técnica FIM (Fimming).
- Intervenir de forma manual, doblando los tallos u hojas, o aplicando métodos como el LST, Main Linning.
Evitar el espigado en las plantas
A pesar de todo, es común que las plantas se espiguen en su primera etapa de crecimiento y al principio de la floración, más aún en principiantes. Esto se debe a que las plantas buscan obtener la mayor cantidad de luz posible, y al mismo tiempo está establecido en su genética. Por lo que un buen cultivador deberá buscar un equilibrio entre un crecimiento vertical adecuado y un espigado radical. Para lograr esto, es muy importante seguir paso a paso este artículo.
Recuerda tener principal atención al espigado en sus primeras etapas de vida, debido a que una plántula espigada, no soportará la fuerza del viento y terminará por partirse. Si tu planta está espigada, deberás prestar atención a la cantidad de aire recibido para evitar su fractura. Por último, recuerda darle las condiciones ambientales adecuadas y evitar el estrés tanto biótico y abiótico, para así obtener resultados óptimos sin plantas espigadas.