Cuidados de una Plántula de Cannabis – Guía para el éxito
Una vez llegado el momento en que una semilla de cannabis germina y obtiene su primer par de hojas reales, comienza a denominarse como plántula. Esta es la primera etapa por la que pasará nuestra planta antes de comenzar su crecimiento vegetal, y darnos nuestras hermosas y tan esperadas flores. Esta etapa es corta, pero resulta igual importante que todas las etapas posteriores, sin embargo, debemos tener en cuenta que los primeros días de vida de nuestra planta, son los días de mayor cuidado, ya que la misma permanece aún un poco débil, como si de un infante se tratara.
En Cannaland queremos apoyarte para que tu planta crezca completamente sana y fuerte. Por lo que te daremos algunos consejos y tips que deberás tomar en cuenta para que puedas cuidarla como se merece durante esta etapa de crecimiento, que realmente resulta corta, pero muchas veces angustiante:
Lo primero que debemos tener presente al momento que nuestra semilla comience a ser una plántula, es que debemos permitir e incentivar que desarrolle un sistema radicular fuerte. Para esto debemos tomar en cuenta diversos factores que resultan bastante importantes, por lo que te los mencionaremos a continuación:
Contenedor y Calidad del Sustrato:
Los primeros mencionados en la lista son el tamaño del contenedor y la calidad del sustrato en el que se encuentra. Resulta que si un contenedor es demasiado grande para nuestra plántula, puede traer consigo varios contratiempos que pueden perjudicar la salud de la misma. Ya que al tener demasiado espacio, puede absorber demasiada agua, y terminar por podrir las raíces y promover el crecimiento de hongos patógenos. L0 más recomendable en esta etapa, es contar con un contenedor adecuado, que cuente con unos 5x5cm hasta unos 7x7cm, que permita el drenado, aireado y secado del sustrato. Estos pequeños ciclos de “sequía” y humedad, ayudarán a las raíces a crecer y estirarse en búsqueda del agua.
Por su parte, el sustrato que utilicemos para su crecimiento, jugará un papel aún más importante en el desarrollo de la plántula. Ya que la calidad y la aireación con la que cuente el mismo, influirá directamente en la capacidad de las raíces de reproducirse y continuar creciendo. Esto se debe a que un sustrato muy pesado o poco aireado, ralentizará el crecimiento del sistema radicular al necesitar un mayor esfuerzo para continuar creciendo. En CANNALAND, recomendamos utilizar una mezcla de turba enriquecida, que incluya perlita para permitir la aireación del sustrato y el crecimiento óptimo de las raíces.
Cantidad y Calidad de Luz:
Otro de los puntos importantes y que debemos tener en cuenta, es la cantidad y calidad de luz que reciban nuestras plantulas. Debido a que si las horas de luz no son las suficientes, o la intensidad de la misma es muy pobre, nuestra plántula terminará por alargarse y espigarse. Esto quiere decir que el tallo será muy largo y delgado, por lo que la planta no se desarrollará correctamente y correrá el riesgo de partirse con mayor facilidad.
La cantidad e intensidad de luz para una planta son diferentes en cada una de las etapas de vida. Para mantener una plántula saludable, la misma necesitará un ciclo de dieciocho (18) horas de luz, y seis (6) horas de oscuridad al día. Respecto a la calidad e intensidad para las plántulas, bastará con tenerla al sol en caso de ser plantada en exterior; y con unos 5.000 – 10.000 lux, con un foco de luz en espectro blanco/azul en interior.
Micorrizas o Trichodermas:
Una buena forma de ayudar a que nuestra planta crezca fuerte y con bastante facilidad, es realizar un aporte al sustrato con Micorrizas o Trichodermas. Estos dos son hongos beneficiosos para las plantas, que se adhieren a las células de la planta y al sustrato, creando una capa de micelio. Esto es positivo para las plantas desde muchas perspectivas. Ya que absorben azúcares de las raíces de las plantas, y a su vez les aporta y ayuda a asimilar macronutrientes y micronutrientes importantes y difíciles de asimilar. Otro beneficio de estos hongos benignos, es que al tomar los espacios entre las células de la planta, no permite que ningún otro tipo de hongo se aloje en el sistema radicular de la misma. Previniendo así enfermedades fúngicas.
Estas fueron algunas de las mejores medidas y cuidados que podemos aportar a nuestras plantas en esta primera etapa de vida. Recordemos que la fase de plántula suele tener una duración de 3 a 4 semanas, y se debe mantener un cuidado muy meticuloso. Una vez transcurridas las cuatro semanas, y luego de que nuestra planta por fin tenga tres o cuatro nodos, comenzará así la etapa Vegetativa.
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