Para comenzar en el mundo de la cocina cannábica, el punto de partida es la descarboxilación. Una vez hemos llevado nuestras flores a este proceso de activación, la mantequilla Cannábica, representa una de las mejores formas de aprovechar todo el potencial de un cogollo al momento de hacer comestibles. La mantequilla cannábica es una receta que sirve como punto de partida para cualquier comestible cannábico, y lo mejor de todo es la facilidad para prepararla. Esto se debe a que los cannabinoides son liposolubles, lo que significa que se diluyen muy fácilmente en las grasas, así que al hacerlo, extraeremos la mayor cantidad de THC o CBD que se encuentra en nuestras flores, evitando que nuestros tricomas se pierdan en el proceso.
En CANNALAND queremos que puedas aprovechar al máximo tus cogollos. Por lo que te enseñaremos la forma en la que nosotros hacemos la mantequilla cannábica, en este artículo aprenderás su receta y así podrás realizarla en casa siempre que la necesites, o quieras usarla. La mantequilla cannábica es relativamente fácil de preparar, y la única verdadera dificultad, es el tiempo para llevar a cabo la receta de forma perfecta, sin embargo, debes creernos cuando te decimos que valdrá el esfuerzo. Esta es una receta que si se realiza bien, puede durar almacenada hasta unos 3 meses bien refrigerada.
Materiales a utilizar para la mantequilla
- 5g de flores de cannabis resinosas (cogollos), o el triple de la cantidad si solo vas a usar hojas de azucar (son las hojas pequeñas y resinosas que le sobran a los cogollos).
- 200g de mantequilla.
- 600ml de agua.
Nota: Debes tener en cuenta siempre que vas a utilizar el agua y la mantequilla en relación 3:1, es decir, usarás el triple de agua que la cantidad de mantequilla, y también necesitarás 5 gramos de cogollos por cada 200 gramos de mantequilla.
Modo de Preparación.
Primero que nada, en Cannaland te recomendamos descarboxilar al seco el cannabis antes de proceder a hacer la mantequilla cannábica. Esto con la finalidad de que actives todo el CBD (o THC) y puedas extraerlo en la mantequilla.
- Comenzaremos por hervir el agua a fuego lento.
- Una vez esté en su punto de ebullición, dejaremos hervir unos cinco minutos y agregaremos el cannabis descarboxilado junto a la mantequilla, y mezclamos hasta integrar las flores con la mantequilla.
- Una vez integrados los ingredientes, dejarás hervir a fuego medio durante unas dos a tres horas. Esto facilitará que tanto la clorofila como su sabor se desprenda y quede atrapado en el agua por ser hidrosoluble, mientras que los cannabinoides, al ser liposolubles se adhiera a la grasa de la mantequilla.
- Luego de este tiempo, dejarás reposar unos quince minutos hasta que esté a una temperatura manipulable, para luego colarlo en un envase plástico preferiblemente vertical, y lo llevarás a la nevera durante 12 horas o hasta el día siguiente.
- Una vez listo, la mantequilla haya endurecido, será fácil despegarla presionando el envase por ambos lados, y sosteniendo la capa de mantequilla con cuidado, lo inclinarás para botar el agua en el fondo y ¡Listo! ¡Ahora tienes mantequilla cannábica rica en en cannabinoides concentrados apta para tu consumo!
Lo mejor de que preparemos nuestra mantequilla de esta forma, es que eliminarás casi toda la clorofila, esta sustancia presente en todas las plantas, puede aportar un sabor amargo y poco agradable al paladar, haciendo que nuestra mantequilla tenga un sabor poco deseable. Por lo que al eliminarla, podrás agregar tu mantequilla a todo lo que se te ocurra.
Esta mantequilla es la mejor a la hora de preparar postres con un toque… ¡MÁGICO! Y la mayoría de nuestras recetas la van a necesitar. Este es el segundo paso para que puedas sacarle el mejor provecho a tus flores. Por último pero no menos importante, recuerda que debes consumir dosis en pequeñas cantidades para evitar pasar un mal momento. Y no olvides evitar mezclar el cannabis y sus derivados con alcohol, consume responsablemente, y ¡Buenos humos! o en este caso, ¡Buen provecho!