Cuando hablamos de diferenciar el cannabis, se habla de la variedad o especie a la que pertenecen: Cannabis Sativa y Cannabis Índica. ¿Conoces la diferencia?
Existen múltiples formas de poder diferenciar una planta de variedad Sativa de una Índica. Sin embargo, desde el punto de vista científico (Y legal) todas las plantas de cannabis pertenecen a la familia Cannabaceae, y a su vez al género “Cannabis Sativa L.”. Su clasificación botánica fue descrita por Carolus Linnaeus en el siglo XVIII.
Las especies del cannabis reciben a la vez su nombre de acuerdo a su procedencia y origen:
Cannabis Sativa L.
Las plantas denominadas Sativa, son plantas que sobreviven en climas tropicales, son originarias de los países cercanos a las zonas ecuatoriales: Sur de la India, Jamaica, México, Colombia, entre otros.
Físicamente, son plantas de tamaño considerable en altura y de hojas de abanico de gran tamaño con más de cinco folíolos, generalmente en números impares. Su estructura está compuesta por un tallo largo y alto asemejada a un pino, extendiendo sus hojas y ramas en todas direcciones. La evolución y su supervivencia en climas tropicales, ha hecho que sus hojas palmeadas sean delgadas, en busca de reducir su superficie para así evitar el riesgo de la formación de moho u otros hongos.
Cannabis Índica L.
Esta especie, a diferencia de su contraparte Sativa, tiene su origen en las zonas montañosas, donde comúnmente el aire es frío y bastante seco: Afganistán, Pakistán, India, Nepal, entre otros.
Físicamente, son plantas de tamaño reducido en altura, pero cuentan con una mayor densidad de hojas y crecimiento horizontal. Su estructura está compuesta por un tallo más compacto y corto parecido a un arbusto.
Para sobrevivir en los climas fríos y secos de las montañas, sus hojas son más densas y poseen folíolos anchos, lo cual les permite evitar en cierta medida el frío y a su vez, al poseer mayor superficie se beneficia de una mayor absorción de luz solar.
Cannabis Ruderalis.
Si bien las especies de Cannabis Sativa más conocidas son la Índica y la Sativa, existe una tercera, que originalmente no era tan popular por su baja concentración de cannabinoides. Sin embargo, gracias a los cruces genéticos realizados por los bancos de semillas se está convirtiendo en una tendencia en crecimiento entre los aficionados al autocultivo.
Son plantas originarias de Siberia y el norte de Kazajistán, siendo una planta mucho más pequeña en tamaño que sus contrapartes Sativa e Índica, cuenta con hojas pequeñas, de generalmente cinco folíolos.
La característica más notable de esta variedad, radica en su capacidad de florecer sin necesidad de un fotoperíodo pronunciado. Esta variedad florece automáticamente (No dependen de la cantidad de luz que reciban), por lo que son llamadas “Auto” o “Automáticas”. Tienen un ciclo de vida mucho más corto y rápido, que pueden completar en tan solo de tres a cuatro meses desde la siembra hasta la cosecha.
A pesar de la diferencia física y de origen de cada variedad de la especie, hoy día encontraremos especies Híbridas entre las mismas. Estas son las más comunes en los bancos de semillas, ya que se han tomado genotipos de unas y otras mediante cruces para lograr que posean una o varias características de cada variedad.
Gracias a esto, y a diferencia de lo que muchos piensan, hoy día podemos encontrar cepas con predominancia Sativa altos en THC y bajos en CBD. O por el contrario, pueden poseer altos niveles de CBD y unos mínimos de THC, al igual que sucede con las variedades Índicas y Ruderalis independientemente de su variedad.
Acá te dejamos una infografía que puede ayudarte a diferenciar los efectos, cabe mencionar que hoy en día existen híbridos en mayoría pero con dominancia Sativa o Indica.
