El riego es la acción de esparcir agua sobre un terreno, superficie o sustrato en busca de beneficiar/alimentar a las plantas que se encuentren en ellos. Esta acción la vamos a repetir constantemente a lo largo de nuestro cultivo, por lo que debemos hacerlo correctamente.
En Cannaland conocemos la importancia del Riego, sus métodos y el agua que se utiliza. En este artículo te daremos las herramientas para que riegues y cuides a tus plantas de la mejor forma posible, evitando estresarlas.
La importancia del riego al cultivar Cannabis
El agua se encarga de disolver los nutrientes que se desean aportar a la planta, evitando quemaduras en esta. También se encarga de humedecer, aportar oxígeno y mantener el pH del sustrato en condiciones óptimas, entre otras funciones. El agua también se encarga de servir como transporte para que los nutrientes ingresen a la planta y sean asimilados por la misma.
Es importante conocer la forma correcta de riego, las cantidades y la frecuencia del mismo. Esto se debe a que si riegas demasiado, tus plantas podrían ahogarse por exceso de agua, y si no las riegas lo suficiente, se deshidratarán. Además de que si no usas una técnica adecuada y simplemente colocas agua porque sí, el sustrato no logrará absorberla y será parecido a no haberla regado.
Un punto que no debes olvidar, es tener sumo cuidado con la concentración de sales minerales en el agua de riego. Las sales minerales podrían bloquear las raíces, impidiendo la correcta absorción de nutrientes y otros elementos.
Recomendaciones al momento del riego
Estado del sustrato
Lo primero que debes tomar en cuenta al momento de riego, es que la superficie debe estar totalmente seca antes de realizar un riego. Una de las formas más eficaces de conocer la hora del riego, es introducir la primera falange del dedo, para verificar si se encuentra húmedo o seco. Sabiendo que si se encuentra húmedo deberás esperar un poco más de tiempo hasta que seque.
Si tienes varias plantas con macetas similares, guíate por la planta de menor tamaño, ya que será la que menos agua haya absorbido. Esta te servirá de referencia para calcular cuándo regar y evitar el encharcamiento del sustrato.
Usar agua de calidad
Lo primero que debes saber es que debes usar agua limpia y/o pura, libre de contaminación, sales no deseadas, e incluso cloro. Esto tiene una explicación, como dijimos anteriormente, las sales pueden interferir en la absorción de nutrientes de parte de las raíces. Por otra parte, el cloro no es directamente negativo para la planta, pero al eliminar microorganismos, evita la simbiosis con los hongos y bacterias beneficiosos para el cannabis.
Debes tomar en cuenta que el agua de mayor calidad para el riego es el agua de osmosis, que la puedes conseguir mediante un filtro de osmosis. En segundo lugar encontramos el agua destilada, que tiene un buen nivel de pH y resulta ser bastante limpia para nuestras plantas. Y por último el agua de grifo, se encuentra en este lugar ya que en la mayoría de hogares residenciales, resulta contener gran cantidad de cloro.
Si riegas con agua proveniente de un depósito, es muy importante usar una piedra difusora junto con una bomba de aire para oxigenar el agua. Por otra parte, también existe en el mercado tabletas de CO2 y de oxígeno, que sirve para mejorar la calidad del agua del depósito.
Comprobar y regular el pH y la EC
Al realizar algún riego, bien sea con nutrientes o simplemente agua, es importante que revises la concentración de sales (EC) y el pH del agua. Es importante que el nivel de pH del agua sea regulado luego de añadir los nutrientes, para facilitar la absorción de los mismos de parte de la planta.
Regar de forma controlada
Debemos recordar que el cannabis necesita pequeños ciclos de humedad y sequía para favorecer el correcto crecimiento y desarrollo de la planta. Estos períodos permiten que el suelo reciba mayor aireación, lo que estimula el crecimiento de las raíces y el metabolismo de absorción de parte de la planta.
Como mencionamos anteriormente, observa que la superficie del sustrato se encuentre totalmente seca, ya que un sustrato encharcado o muy húmedo favorece la proliferación de hongos y bacterias, además de la pudrición de raíces.
Una vez llegada la etapa de floración, podemos reducir los ciclos de sequía y humedad, ya que nuestra planta debería tener un sistema radicular desarrollado. Esto significa que podremos regar más a menudo que en la etapa vegetativa, ya que tendrá mayor capacidad de absorción de nutrientes y agua. Es importante recalcar que debemos evitar encharcar el sustrato o abusar con la humedad del mismo.
Despacio y con paciencia
El riego debe ser sin prisa, de forma equilibrada, sin colocar una gran cantidad de agua muy rápido, ya que “El agua sigue el agua“. Esto significa que si colocas mucha agua de golpe, el agua simplemente drenará por la parte externa del sustrato, cerca de la maceta sin que este mismo la logre absorber.
En la vida silvestre, las plantas reciben el agua mediante la lluvia, la cual cae suave y constante, permitiendo que todo el suelo la absorba y se disperse. Este es el comportamiento que queremos/debemos imitar al momento del riego. Si no tomamos esto en cuenta, el agua pasará directo, arrastrará los nutrientes y erosionará la tierra en lugar de alimentarla, como si de un lavado de raíces se tratase.
Entonces, ¿Cuándo y cómo debería regar mis plantas?
Las plantas tienen diferentes necesidades de riego, que van aumentando a medida que avanza o crece el cultivo. Inicialmente el riego deberá ser de una pequeña cantidad, y mediante la planta crece, va a ir necesitando una mayor cantidad de agua y nutrientes. Estas necesidades podremos notarla con síntomas visibles de parte de la planta, como el decaimiento general de las hojas, siendo preferible no esperar a que esto suceda.
Tamaño de la planta, maceta y las raíces
Cuando el cannabis está en estado de plántula, su raíz aún no se ha desarrollado y será muy pequeña, por lo que debes cuidar la cantidad de riego. Con esto evitarás ahogar la planta y la creación de hongos, por lo que lo mejor es crear los pequeños ciclos de humedad y sequía sin secar por completo el sustrato.
Mientras la parte aérea de la planta crece, también lo harán sus raíces, por lo que absorberán mejor el agua y también deberás regar con mayor frecuencia. Es recomendable realizar un trasplante en cada cambio de etapa, otorgándole sustrato suficiente a las plantas para que crezcan sanas y retengan mayor cantidad de agua.
Si existe una temperatura demasiado alta, resultará en un calentamiento de las raíces de la planta, con lo que la misma necesitará mayor cantidad de agua. Para que tu planta pueda desarrollarse de forma correcta, deberás procurar que sus raíces se mantengan frescas, aireadas y evitar que se sequen.
Otro punto a favor es utilizar macetas blancas, que reflejan la luz solar y el calor, o macetas que permitan la respiración de las raíces. En cannaland, te recomendamos utilizar macetas Geotextiles Cannaland, que te ayudan en gran medida a la aireación del suelo de cultivo. Con estas macetas, nuestras plantas absorberán mejor el agua de riego, y evitarán sufrir una gran cantidad de estrés por calor.
Cantidad de agua
Realmente no hay una cantidad de agua exacta que alguien pueda establecer para tu cultivo, ya que esto será decidido por el fenotipo de la planta. Sin embargo, sí que podemos recomendarte regar con un cuarto de volumen de tu maceta. Es decir, si tu maceta es de 10 litros, usarás 2,5 litros de agua de riego, que proporcionarás de forma lenta y suave para su mejor absorción. Recuerda tomar en cuenta los puntos explicados anteriormente para evitar contratiempos durante el riego.
Otra forma de hacerlo, es regar de forma muy lenta, puede ser por goteo. Te darás cuenta de cuando detenerte al momento que el agua comience a salir por la parte baja de la maceta.
Métodos de riego
Ya hablamos de los aspectos que debes tomar en cuenta al momento de realizar los riegos de tus plantas. A continuación te explicaremos las técnicas más comunes y útiles para mejorar la calidad de riego que le das a tus plantas:
Riego manual
El riego manual son, en resumen, todos aquellos riegos realizados mediante una regadera, botella, manguera o cualquier tipo de riego e involucre tus manos.
Pasos a seguir:
- Llenar el contenedor que vamos a utilizar para riego con agua preferiblemente osmotizada.
- Luego añadir la solución nutritiva (En caso de ser necesario).
- Medir y regular el pH y la EC del agua para evitar problemas de absorción.
- Regar de forma suave y despacio sobre la superficie del sustrato, nunca realizarlo en la parte aérea de las plantas (hojas/flores).
- Procura que un poco del agua de riego drene al finalizar el riego para permitir que las sales salgan.
- Recuerda evitar que el sustrato termine encharcado en exceso, evita la formación de hongos y bacterias dañinos.
Este método permite tener un mayor contacto con tus plantas, si eres de aquellas personas que les gusta hablarles y pasar su tiempo con ellas. Sin embargo, este método requiere el uso de más tiempo que otros métodos.
Riego por Inundación
El riego de inundación es todo aquél en el que las plantas absorben agua directamente por la parte baja de la maceta, estando sobre una superficie inundada de agua.
Pasos a Seguir:
- Deberás colocar la bandeja o contenedor perfectamente nivelado para que todas las plantas absorban la misma cantidad de agua.
- Coloca el agua sobre la bandeja o contenedor nivelados, agregándole los nutrientes en caso de ser necesarios.
- Ahora deberás colocar la maceta sobre la bandeja o contenedor inundado de agua.
- No utilices arlita en el sustrato si tienes pensado utilizar este método.
- Recuerda no exceder con el tiempo que dejas la maceta sobre el agua, eso facilita la proliferación de hongos y bacterias. Puedes dejarla unos 10 minutos para que absorban lo necesario.
- Recuerda utilizar macetas que ayuden a la oxigenación de las raíces.
- No dejar el agua estancada durante mucho tiempo, una vez finalizado el riego, es mejor desecharla o renovarla.
Este es uno de los riegos más rápidos que existen, pero es muy poco eficiente, debido a que los nutrientes tienen una dispersión muy pobre en comparación con otros riegos.
Riego automático
Los riegos automáticos son aquellos que usan un depósito de agua y una bomba para impulsar el agua, junto a macetas de riego, tubos y goteros. Son riegos que utilizan un temporizador, lo que hace que sean 100% automáticos. Estos deben regularse para mantener siempre condiciones óptimas para el desarrollo del cultivo, permitiendo el secado antes de un nuevo riego. Sin embargo, existe diferencia entre los riegos automáticos con sustratos de los cultivos hidropónicos o aeropónicos. Ya que en los aeropónicos las raíces tienen contacto con aire, y en los hidropónicos las raíces están sumergidas en agua.
En estos casos, se debe tener especial cuidado con el pH del agua de riego, ya que en cultivos hidropónicos y aeropónicos, un pH inestable puede causar la pérdida casi inmediata de la cosecha entera.
Este método de riego es uno con bastante rapidez y control del mismo, además de evitar estar mucho tiempo sobre el cultivo. Sin embargo representa un mayor coste y necesidad de controlar los niveles de pH y EC del agua de riego.
Consejos Finales
- Al usar sustrato de coco, puedes regar todos los días durante la etapa de floración, evitando que el mismo se encharque. Esto se debe a que es más aireado que la tierra y no retiene tanta cantidad de agua.
- El riego frecuente no es sinónimo de abono frecuente, recuerda esto. Si abonas muy a menudo, podrás quemar tus plantas, por lo que es bueno hacer riegos con solamente agua pura.
- En cultivos de exterior, la frecuencia y cantidad de riego dependerá mucho del genotipo y fenotipo de la planta. Esto quiere decir que las condiciones del cultivo jugarán un papel importante al momento del riego.