Guías, Marihuana Medicinal

¿Cómo funciona el Cannabis en nuestro organismo? THC

El cannabis es una planta con moléculas químicas ampliamente utilizadas a lo largo de milenios y con un sin fin de aplicaciones posibles para el humano. Esta planta milenaria llena de Cannabinoides es una de las más usadas para fines medicinales e incluso recreativos. También ha sido utilizada para fines ceremoniales o religiosos, entre estos se encuentran los rastafaris, indios e incluso los monjes budistas del nepal como apoyo para sus meditaciones.

La forma más comúnmente utilizada por los consumidores es fumarla. Esta también es la forma más fácil y rápida de hacer ingresar su ingrediente activo a nuestro organismo. Sin embargo también puede ingresar a través de la ingesta, lo cual se traduce en un efecto con una mayor duración de tiempo.

El cannabis posee una gran cantidad de químicos diferentes, sin embargo los dos que predominan, son más conocidos y tienen efectos en el cuerpo humano, son el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el canabidiol (CBD).

Entonces, ¿Cómo lo absorbe el cuerpo humano?

El cogollo de cannabis se encuentra cargado de una molécula química llamado THCA, el cual al quemarse o hacer combustión se degrada y transforma en THC. El humo/vapor producido queda cargado con esta molécula se inhala y absorbe a través de nuestros pulmones.

En estos se encuentran unas pequeñas bolsas redondas  llamadas Alveolos, que generalmente sirven para absorber el oxígeno que respiramos, y generar dióxido de carbono al exhalar. Los Alveolos absorben el THC junto con el oxígeno, entrando ambos al torrente sanguíneo y se extienden a través del cuerpo hasta llegar al cerebro. En este último encontramos las neuronas, las cuales son billones de células interconectadas por algo llamado “sinapsis”. Estos son receptores neuronales capaces de transmitir la información e impulsos magnéticos entre una neurona y otra.

Sistema Endocannabinoide.

A través de la sinapsis se genera un intercambio de información mediante moléculas químicas también llamados “neurotransmisores”. A su vez, nuestro cerebro transmite información a través de diferentes tipos de neutrotransmisores, cada uno de ellos encargado de activar un receptor neuronal específico. Esto quiere decir que al estimular cada neuroreceptor, se desencadenará una reacción específica.

El sistema endocannabinoide (SED) está conformado por receptores cannabinoides endógenos. Estos existentes en el cerebros de los mamíferos y se extienden por los sistemas nerviosos central y periférico.

EL SEC se involucra en un sin fin de procesos fisiológicos, como la sensibilidad física, el apetito, el humor, el equilibrio y la visión. Los dos receptores endocannabinoides principales se identifican como CB1 y CB2, que fueron descubiertos en 1990 y 1993 respectivamente. Los receptores CB1, son el objetivo molecular principal de una molécula llamada anandamida. Sin embargo al THC ser prácticamente idéntico a este, calza a la perfección en él por lo que es absorbido sin ningún problema.

Existe otro endocannabinoide principal absorbido por estos receptores, el 2-araquidonilglicerol (2-AG), que también es idéntico a otra molécula presente en el cannabis: el CBD. Ambas moléculas están completamente involucradas en el control del dolor, el sistema inmune y la regulación del apetito.

Es aquí donde los cannabinoides actúan, debido a su capacidad de estimular y unirse a estos receptores para activar ciertas áreas del cerebro.

¿En qué zonas del cerebro actúan los cannabinoides?

La mayor cantidad de receptores generalmente se concentra en cuatro partes de el cerebro:

  1. El hipocampo. Se encarga de la memoria a corto plazo, y esto explica por qué algunas veces nos preguntamos “¿Qué te estaba diciendo?”. También afecta en gran medida a nuestra concentración.
  2. El hipotálamo. Es fundamental en la regulación del apetito, es la razón por la cuál normalmente te da tanta hambre.
  3. El Cerebelo. Esta parte del cerebro maneja mayormente el equilibrio y la coordinación. Esto explica que, cuando los cannabinoides lo estimulan de una forma específica, nos pueda causar mareos.
  4. Ganglios basales. Estos son los encargados de los movimientos involuntarios y la coordinación motora.

Otros efectos del Cannabis.

Algo importante a destacar es que a mayoría de veces, al fumar cannabis aumenta el volúmen sanguíneo. Esto quiere decir que los vasos sanguíneos se dilatan y claro está, los vasos sanguíneos de los ojos se irritan debido al humo, dando como resultado el enrojecimiento de los ojos. Gracias a su efecto vasodilatador, algunas personas con patologías oftalmológicas como el glaucoma, se benefician de esta propiedad para reducir la presión intraocular y que su visión descanse por un período de tiempo.

Si bien el cannabis tiende a influir de cierta forma específica al cuerpo humano, cada individuo es diferente y lo asimila con diferentes estados. Por ejemplo, algunas personas lo experimentan como un efecto de relajación y euforia, incluso logran ver los colores de forma más viva.

Sin embargo, algunos otros experimentan un sentimiento general de pánico, e incluso la llamada “pálida”. Este efecto es llamado de esta forma por la baja general de presión, representada por palidez general de la piel.

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