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Fertilizantes Sintéticos

Desde hace mucho tiempo atrás, ha existido una eterna guerra entre los cultivadores sobre cuáles son mejores, si los fertilizantes Orgánicos o los Fertilizantes Sintéticos/artificiales. Pero primero, ¿Qué son los Fertilizantes sintéticos? Pues bien, es el fertilizante o abono manufacturado mediante un proceso industrial. Son cierto tipo de fertilizantes un poco más complejos que los de origen orgánico, sin embargo, también podemos encontrar otros de composición simple.

Generalmente, lo mejor es evitar los fertilizantes de origen sintético, sin embargo, los fertilizantes sintéticos son apreciados por su consistencia en los últimos años. Por esto, te hablaremos un poco más sobre los fertilizantes sintéticos, sus ventajas, y sus desventajas para que seas tú quien elija cuáles utilizar.

 

Ventajas de los fertilizantes Sintéticos

1. Control en dosificación.

Las fórmulas de los abonos sintéticos ofrecen una dosificación precisa. Por ejemplo, mientras que los preparados ecológicos pueden fluctuar en los valores NPK, los abonos sintéticos no contienen materia orgánica ni rellenos, por lo que que proporcionan una fuente pura de macronutrientes y micronutrientes. Esto permite una dosificación “precisa” y consistente, minimizando las deficiencias nutricionales.

2. Son Prácticos

Los fertilizantes sintéticos son muy fáciles de usar. Al mismo tiempo, están disponibles en varias formas, como líquidos, pellets y gránulos; todos son solubles en agua. Simplemente tienes que seguir las instrucciones del producto para dar a tu planta una dosis de nutrientes en cuestión de minutos que estimulen su desarrollo.

3. Solucionan rápidamente problemas de deficiencias

A diferencia de los nutrientes orgánicos (que están ligados en el estiércol, el compost o el humus de lombriz), los nutrientes sintéticos están en una “forma libre”. Esto quiere decir que las plantas pueden absorberlos fácilmente tan pronto como se aplican en la tierra. Esta es una de las razones por la que son un buen elemento a aplicar para corregir las deficiencias nutricionales. Los fertilizantes sintéticos, permiten abordar el problema en cuanto aparecen los síntomas, sin tener que esperar a que se descompongan, como es el caso de algunos fertilizantes Orgánicos.

4. Los fertilizantes Sintéticos son más económicos

Este punto es bastante acertado, puesto que a menos que tú hagas tu propio abono orgánico, los fertilizantes sintéticos son más económicos. Permitiendo comprar fertilizantes líquidos y pellets a un coste mínimo, especial para pequeños cultivos.

 

Desventajas de los fertilizantes Sintéticos

Si bien los fertilizantes sintéticos pueden tener sus puntos fuertes, como lo es la economía, y reducir las deficiencias nutricionales de las plantas a tiempo, no son perfectos. Puesto que también traen muchos inconvenientes que se deben tener en cuenta, los explicaremos a continuación.

1. Pueden reducir la fertilidad del suelo

Aunque los abonos sintéticos nutren las plantas a corto plazo, con el tiempo pueden reducir la fertilidad de la tierra. Las sales presentes en estas fórmulas irritan y matan a los microorganismos beneficiosos que componen la red alimentaria del suelo. Esto significa que aunque tus plantas reciban los nutrientes necesarios, también se reducirá el número de microorganismos de los que dependen. Pudiendo provocar ciertos problemas de absorción, y una mayor tendencia a desarrollar problemas fúngicos. Como sabes, las plantas no solo necesitan nutrientes para sobrevivir. Los microorganismos, juegan un papel importante en la prevención de enfermedades y en la mejora de la estructura del suelo y absorción de nutrientes.

2. Se deben aplicar regularmente

Mientras que los abonos ecológicos se descomponen lentamente con el tiempo, los sintéticos se consumen rápidamente, o se pierden mediante la escorrentía. Por tanto, hay que aplicarlos más a menudo para poder satisfacer las demandas nutritivas de las plantas. Esto no solo aumenta el coste a largo plazo, sino que hace que la microbiología del suelo disminuya bastante en una sola temporada de cultivos.

 

3. Tienden a llegar fácilmente a excesos

Cuando usas fertilizantes sintéticos para cultivar cannabis, debes tener cuidado al aplicarlos. Si no lees atentamente las instrucciones, puedes caer fácilmente en un exceso de fertilización. En ese caso, la toxicidad y las quemas por excesos de nutrientes harán que las hojas se amarilleen rápidamente y se detenga la absorción, lo que acabará afectando al crecimiento y la productividad de las plantas. Además de que aplicar demasiado fertilizante puede provocar una acumulación de sales que desequilibre el pH del suelo. Las plantas de cannabis cultivadas en tierra prosperan con un pH que oscila entre los 6 y 7 puntos.

Los fertilizantes sintéticos tienden a acidificar muchísimo la capa superior del suelo. Para evitar este problema, tendrás que medir mucho más frecuentemente el pH del suelo con un medidor, y al mismo tiempo, utilizar productos para regular el pH del suelo cuando sea necesario, cosa que no sucedería con los fertilizantes orgánicos.

4. Dañan el medio ambiente

Los fertilizantes sintéticos no solo dañan la vida del suelo en el lugar donde han sido aplicados, sino que van mucho más allá que eso. A través del agua que se escurre y la erosión, estas sustancias químicas se abren paso hasta las aguas subterráneas y los cursos de agua cercanos. Entonces, estos contaminantes perjudican a los ecosistemas acuáticos, donde reducen el contenido de oxígeno de los ríos y arroyos, y a menudo pueden matar a los peces y otros organismos. Además, debemos tener en cuenta los daños provocados por la propia extracción y producción de estas sustancias químicas, que generan residuos tóxicos e incluso radioactivos.

 

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