Comestibles, Efectos del Cannabis, Guías

¿Qué pasa cuando comemos un edible (comestible) de cannabis?

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Si alguna vez te has comido un edible (comestible) de cannabis sin saber exactamente qué esperar, probablemente recuerdes ese momento en el que dijiste: “No siento nada, voy a echarme otro”, solo para que media hora después todo se fuera al carajo y te paleteas en medio de alguna situación random. Pero, tranquilo, nos ha pasado a todos.

Los edibles son un mundo completamente distinto al cannabis fumado o vapeado. Para empezar, cuando fumas, los efectos se sienten casi de inmediato porque el THC entra directo a los pulmones y de ahí al torrente sanguíneo. Pero cuando comes un edible, la historia es otra:

Tu estómago y tu hígado hacen la magia (o el caos)

Cuando consumes un edible, como una gomita por ejemplo, el THC pasa por el sistema digestivo y luego es procesado por el hígado, donde se convierte en 11-hidroxi-THC, un compuesto mucho más potente y de efectos más prolongados. Por eso, los edibles tardan entre 30 minutos y 2 horas en pegar, pero cuando lo hacen, lo hacen en serio, y además duran mucho más que cuando te das un porro, por eso la paciencia es clave.

Uno de los errores más comunes es pensar que si después de 30 minutos no sientes nada, necesitas más. ¡ERROR! Lo mejor es esperar mínimo dos horas antes de decidir si necesitas otra dosis. Los efectos pueden durar entre 4 y 8 horas, dependiendo de la cantidad ingerida y tu tolerancia. También el high es diferente, mientras que fumar cannabis produce un efecto más inmediato y cerebral, los edibles suelen generar una sensación más intensa y corporal. Es un viaje más profundo, ideal para relajarte, dormir mejor o simplemente sentirte flotando por horas, para tener una tarde de introspección sabrosa.

¿Y si comí demasiado?

Respira profundo, mantén la calma y trata de relajarte, no pasa nada, no vas a morir, sientes que sí, pero no, jaja. Puede sentirse abrumador, pero lo mejor es mantener la calma, hidratarte y buscar algo que te distraiga. Una ducha fría, una caminata o ver algo relajante pueden ayudar. Y si tienes pimienta negra cerca, olerla (o masticar un par de granos) puede reducir la intensidad del high, pero no comas cosas grasosas o bebas leche como en alguna ocasión alguien me sugirió, esto solo reactivaría de cierta manera el colocón, porque vuelves a poner a tu sistema digestivo a trabajar.

Un buen consejo es que si eres principiante, empieza con dosis bajas (5-10 mg de THC) y ve subiendo conforme sepas cómo reacciona tu cuerpo. También puedes probar edibles de Delta-8 como Babygum o Dongum que tienen 25 mg por gomita y, al ser un cannabinoide con menor potencia que el clásico D9, puedes tener una experiencia más suave. Si eres principiante, solo come media gummie. También trata de informarte sobre lo que estás consumiendo, qué cantidad de cannabinoides tiene y de qué está hecho, esto te ayudará a tener un viaje más agradable. Siempre ve de menos a más, conócete y encuentra tu dosis perfecta.

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